Municipio de Villavicencio: de la congestión vehicular a la desigualdad socioespacial urbana


Elaborado por: 
Reina. Luis E. 2011. 
Proyecto Gramalote. Economista. Egresado Universidad de Los Llanos. Integrante del Grupo de estudio CiTeRiO.

Revisado y ajustado por: 
Romero. Jorge A. 2013. 
Director Grupo CiTeRiO. Universidad de los Llanos. Posgrados en Gestión Ambiental Sostenible. 

Mientras en el plano nacional Colombiano el sector de producción, y en especial de comercio de vehículos, aún celebra los crecimientos en su nivel de ventas (en la última década solo se vendían alrededor 25.000 vehículos por trimestre mientras que en el año 2010 y el primer trimestre del año 2011 se han triplicado y cuadruplicado dichas ventas, análisis propio a partir de datos DANE), la ciudad de Villavicencio se satura de vehículos y se des-ordena a partir de una administración municipal que, al igual que otras ciudades en el país, no dispone de personal y equipo técnico adecuado para monitorear la congestión, socializar la señalización y definir los sentidos viales de manera sistémica y articulada, contrario al actual plano urbano que está cargado de pequeños parches y fragmentos de movilidad.

Los largos trayectos que cruzan la ciudad resultado de la configuración urbana adoptada: ausencia de vías perimetrales, fenómenos de peri-urbanización y de expansión fragmentada, parecen afectar tanto a propietarios de vehículos como a usuarios de transporte público, constituyendo un factor más de desigualdad social; pues estimulan la polarización espacial de poblaciones con bajos ingresos que terminan en los barrios más alejados del centro, donde se desarrolla gran parte de la actividad comercial y administrativa, con lo cual pierden más tiempo en los viajes que realizan y pagan un mayor costo por dicho desplazamiento, mismo que podrían disfrutar en otras actividades mejorando su bienestar. Una ciudad con crecimiento desordenado termina propiciando escenarios en que algunas poblaciones de bajos recursos asuman, en mayor medida los costes del desorden urbano.

A pesar que Villavicencio sea receptora de gran cantidad de desplazados, no ofrece condiciones socio económicas articuladas a la red de transporte y movilidad urbana que redunde en planes de vivienda proporcionales y en coherencia con algún modelo de ciudad eficiente, en cuanto al sistema de transporte público se refiere; es decir, sus planes no van compactando, densificando la ciudad, acortando distancias, no se están construyendo vías que interconecten lo que el Plan de Ordenamiento Territorial –POT- indica desde hace más de 10 años, como la conexión del sector de San Antonio con el de Porfía en paralelo con la vía Acacias y aliviando la enorme carga sobre dicha vía (POT de Villavicencio 2000, Articulo 22), coadyuvando a disminuir los índices de accidentalidad de paso y aumentando las relaciones socioculturales que construyen civismo y edifican Ciudad.

Tal vez algún día las administraciones se den cuenta que la planificación urbana es un asunto que supera problemas de tránsito y que se constituye en un tema de atención a todas las perspectivas de desigualdad, así que a esperar que transporte, movilidad urbana, sociedad y civismo, ciudad y territorio sean temas que preocupen a la administración municipal.

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